Sería posible decir que Epopeia nace de la comunidad de artistas y bla, bla, bla... pero sería demasiado fácil, además de falso. Epopeia (como proyecto, no como nombre) nace principalmente de dos cosas. Una es el aburrimiento en clase de un alumno poco prometedor. La otra, las obras de Tolkien.
Tolkien, con sus obras sobre la Tierra Media, se convirtió en un equivalente concentrado al imaginario de toda una civilización. Creó un mundo, creó mitos, creó historias, creó personajes... fue, a términos subjetivos, un Dios. Un Creador.
Por esto, como admirador de Tolkien, pronto comencé a plantearme qué medios tenía para hacerlo. Desde que aprendí a escribir me ha gustado relatar historias. Desde que aprendí a dibujar me ha gustado a dibujarlas. Y, desde que aprendí a manejarme en el mundo de la creación de videojuegos, me ha gustado darles vida. Una vida real más allá de lo que cualquier arte puede conseguir. Una vida mayor de la que le da a las historias una película de cine, incluso.
Es por esto, por la capacidad de crear común en todo ser humano, así como por el deseo de crear que tengo yo, por lo que nace Epopeia. Es un proyecto de pura imaginación. No se trata de talento, de grandilocuentes palabras ni de espectaculares gráficos o diseños. Se trata de expresar un mundo que, quien más quien menos, todos tenemos dentro y que es necesario dejar salir.
Y, si se le puede dejar salir con nombres de montañas, de valles, de ríos, desiertos, etc. para que la gente pueda imaginarse haciendo un viaje real en tu imaginación, o incluso admirar sus paisajes, pues mejor que mejor, ¿no?
Miguel Ángel Cabo Galguera
Tolkien, con sus obras sobre la Tierra Media, se convirtió en un equivalente concentrado al imaginario de toda una civilización. Creó un mundo, creó mitos, creó historias, creó personajes... fue, a términos subjetivos, un Dios. Un Creador.
Por esto, como admirador de Tolkien, pronto comencé a plantearme qué medios tenía para hacerlo. Desde que aprendí a escribir me ha gustado relatar historias. Desde que aprendí a dibujar me ha gustado a dibujarlas. Y, desde que aprendí a manejarme en el mundo de la creación de videojuegos, me ha gustado darles vida. Una vida real más allá de lo que cualquier arte puede conseguir. Una vida mayor de la que le da a las historias una película de cine, incluso.
Es por esto, por la capacidad de crear común en todo ser humano, así como por el deseo de crear que tengo yo, por lo que nace Epopeia. Es un proyecto de pura imaginación. No se trata de talento, de grandilocuentes palabras ni de espectaculares gráficos o diseños. Se trata de expresar un mundo que, quien más quien menos, todos tenemos dentro y que es necesario dejar salir.
Y, si se le puede dejar salir con nombres de montañas, de valles, de ríos, desiertos, etc. para que la gente pueda imaginarse haciendo un viaje real en tu imaginación, o incluso admirar sus paisajes, pues mejor que mejor, ¿no?
Miguel Ángel Cabo Galguera
Desarrollo
El proyecto Epopeia no tiene un desarrollo lineal. No se trata de una saga de libros, ni de una de videojuegos, ni tampoco un enorme cuento. El desarrollo de Epopeia es una expresión de libre albedrío total. Las ideas nacen al azar, se plasman al azar y, poco a poco, todo va formando un tapiz que es el mundo en el que se mueven todas las historias.
Por lo pronto, el desarrollo de Epopeia se está llevando a cabo de tres formas distintas:
-La noveleta "Epopeia", que narra la historia de la caída de Iadán y ascensión del mortal Dife.
-El videojuego "Epopeia: El Último de los Malditos", narrando la historia del último descendiente vivo de Dife.
-El videojuego "Epopeia: Demon King", narrando, de un modo más visual que los dos anteriores, la historia del reencuentro entre Dife e Iadán
Por lo pronto, el desarrollo de Epopeia se está llevando a cabo de tres formas distintas:
-La noveleta "Epopeia", que narra la historia de la caída de Iadán y ascensión del mortal Dife.
-El videojuego "Epopeia: El Último de los Malditos", narrando la historia del último descendiente vivo de Dife.
-El videojuego "Epopeia: Demon King", narrando, de un modo más visual que los dos anteriores, la historia del reencuentro entre Dife e Iadán
